Este no es un lugar cualquiera.Aquí, nunca se es ni demasiado bueno, ni demasiado malo. Este es un mundo donde las almas caidas son los buenos de la historia, y los angeles los que intentan destruirte. Bienvenido a mi vida
Lucy Linond

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viernes, 26 de agosto de 2011

capitulo 4- un encuentro inesperado

RRRIIIINNNGGG!!!!
Me desperté,  por un momento todo era normal, seguía durmiendo en mi cama. Tenía que esquivar la cama de mi compañera, siempre sin mérito e ir al trabajo.  Pero cuando vi mi reflejo en el espejo con esos labios rojos pasión me di cuenta de que no había sido un sueño. Seguía siendo un demonio. Un escalofrío me recorrió, todavía no me había acostumbrado a esa palabra.
Me vestí todo lo rápida que pude con una camiseta negra sin mangas, mis vaqueros y las nike.
Subí a la cocina. Aly ya estaba allí.
-          buenos días
-          buenos días. Sírvete tu misma y come bien que hoy toca hacer ejercicio. Y me guiñó un ojo.
Tac, tac, tac. Allí estaba Mery y como si de la entrada de la chica más popular del instituto el primer día de clase se tratara, se estremeció en la sala.
-          Hola, y tú debes de ser la nueva, encantada, soy Mery. No parecía mala persona, pero un poco arrogante.
-          Si. Dije escondiendo la cara bajo mi pelo castaño.
Unos pasos menos exagerados se oyeron venir.
-          Este es Ellet.
El chico no era feo, pero no era mi tipo, menos mal, porque no quería vérmelas con Mery.  Me sonrió, tenía una sonrisa perfecta.
-          Bueno, ¿quién quiere empezar a practicar? Dijo dulcemente, la verdad, ese Ellet me caía bien.
-          Ayyy que majo eres. Dijo Mery con una voz como si estuviera hablando con un bebé.
La verdad es que no me esperaba eso de Mery, Aly y yo nos miramos y no nos partimos de risa por qué no queríamos ver a Mery enfadada. Hasta Ellet se ahogo la risa… cuando se dieron la vuelta pude ver sus marcas, la de Ellet estaba en el lado izquierdo de la nuca, tras la oreja t la de Mery en la palma de su mano.
La “sala” de entrenamiento era un campo enorme,  yo diría que como cuatro campos de futbol formando un cuadrado. En una esquina había rocas, en la otra un río, en una zona obstáculos como muros, puentes, edificios.
-          Y, ¿Dónde dices que está esto? Porque yo no lo he visto en mi vida.
-          Tiene un hechizo con el cual no lo pueden ver y no sienten atracción a entrar. Pero lo tenemos que compartir con los ángeles… espero que no se les ocurra venir hoy.
-          ¿Y qué pasa si vienen? ¿Por qué lo compartís?
-          Si vienen habrá problemas y lo compartimos por que cuando se creó este campo la relación entre ángeles y demonios era bastante buena, con alguna peleílla que otra, pero buena. Aunque ahora…
-          Ah.
-          Bueno empecemos. Dijo Mery que mágicamente se había cambiado de ropa a un conjunto también negro, pero más deportivo.
Ellet llevaba una bolsa con armas.
-          ¿Qué sabes hacer? Tiro con arco, cuchillos, lanzas, espadas, látigo, palos de lucha…
-          Nada, más bien… pero en un campamento de pequeña se me daba muy bien el tiro con arco.
Todos se miraron con cara de “¿y esta?”
-          Bueno algo es algo. Dijo Aly lanzándome un arco y flechas.
Cogió una diana y se colocó a dos metros de mí, se movió con tanta rapidez que no pude verla.
-          Me tienes que enseñar a hace eso.
-          Son clases avanzadas y tú ni siquiera tienes nivel básico.
Me acordaba un poco, la verdad es que no hacía tanto, fue a los 14. La diana estaba cerca, no había viento y tuve suerte y di en la diana. Se puso 2 metros más allá. Seguí dando en la diana.
-          No esta mal.
Pero a la siguiente no tuve tanta suerte.  Y di en la zona blanca. Mery suspiró y dijo:
-          Vamos a tener mucho trabajo por delante-juntó las manos y siguió- hoy aprenderemos a huir, lo necesitarás si te metes en algún problema-me miro de arriba abajo y siguió- la semana que viene lucha con espada y cuerpo a cuerpo y lucha con desventaja, es decir que el oponente tenga arma y tu no. Y luego tiro con arco. Cuando aprendas todo eso, que será dentro de mucho, aprenderás a volar, que no es volar, son saltos largos, no tenemos alas. Y a correr a alta velocidad.
Ellet se quedó paralizado con cara asustada mirando hacia la entrada a un grupo de un chico y dos chicas.
-          Oh, no. Ponte detrás de mí, si no te ves, no te harán nada. Son los ángeles.
Al oír la última palabra me estremecí hacia su espalda. Parecían ángeles, sin alas ni el anillito ese amarillo en la cabeza pero lo parecían.   Una chica morena parecía la más arrogante, tenía pinta de pija y mimada y de creer que siempre lleva la razón, iba con la espalda tan recta que parecía que se había tragado un palo de una escoba. La chica de su lado tenía la piel muy muy blanca, el pelo blanco y los ojos azules, pero tenía los labios extremadamente rosas. El chico estaba delante de ellas, entre los tres hacían un triangulo. Llevaba la cabeza gacha y las manos metidas en los bolsillos, era  muy guapo. Me fijé en un detalle un tanto raro, llevaba un gorro de indio en la cabeza. Vi cómo   Mery, Ellet y Aly se partían de risa, anda que llevar ese gorro.
-          Os dije que no eran una buena idea llevar el gorro.- dijo el chico.
Las dos chicas se rieron y se miraron con cara de cómplices.
-          Es que eres el jefe de la tribu-dijo la pija.
-          Bueno, no queremos problemas así que nos iremos. -Dijo Ellet. Creo que es el más sensato.
-          No, de eso nada,- el chico ángel le paro poniéndole la mano en el pecho.- ¿Quién es vuestra amiga?
-          Una novata, no quiere problemas.
-          Pero nosotros si.- ahí estaba la pija, con su asquerosa voz de sabelotodo.- tiene que tener una buena bienvenida.
La chica blanca se acerco a mí.
-          No la toques- dijo Aly.
-          No la voy a hacer daño, de momento.- su voz era increíble, era extremadamente aguda y dulce, como un pajarito. Aunque daba algo de miedo.
Me quedé paralizada, me cogió un mechón d pelo para luego soltarlo otra vez.  Dio una vuelta y dijo.
-          No eres nada especial, solo una víctima más, sin ti el mundo será mejor.
-          ¡he dicho que no la toques!
Los ojos de Aly ardían más que de costumbre, empujo a la blanca.  Esta iba a saltar encima de Aly cuando el chico se puso por medio.
-          no, no ahora. – me miró a los ojos. Los suyos eran profundamente azules, llenos de energía y brillo, pero bajó la mirada rápidamente, al igual que yo y me puse como u tomate.-  nos volveremos a ver.
No sé si temía ese encuentro o deseaba, creo que ese chico era el más guapo que he visto en toda mi vida, solo los personajes de mis dibujos lo superan, realmente tenía aspecto de ángel. Tiró el gorro al suelo y se fueron otra vez en triangulo.

miércoles, 24 de agosto de 2011

capitulo 3- aclarando las cosas


Mi casa estaba como cuando me fui. No sé, me esperaba que todo estuviese patas arriba.
-          ¿qué cojo? ¿una mochila?
-          ¡por favor, que no vivo vagabundeado, estoy en una residencia de demonios! Coge toda tu ropa y lo que quieras, tendrás una habitación para ti sola.
-          ¿hay más demonios? Pregunté cogiendo mi maleta rosa fosforita y mi maleta de repuesto negra.
-          Pues claro, que creías, ¿que éramos las únicas? Dijo tirándose en mi puf de cuero y quitándose las gafas. Un escalofrío me recorrió la espalda.
-           No se….- Yo también me tumbé, me tapé los ojos con las manos creando un momento de tranquilidad en el cual mi vida seguía normalmente.
-          Porque huyas del problema no va a desaparecer.
Dejé una rendija entre mis dedos para poder ver, giré la cabeza y la vi allí, sentada tan tranquila bebiéndose…
-          Buena bebida, ¿qué es whisky, vodka?
-          Eh… no sé, es de mi compañera. ¿no eres un poco joven para beber? Haber yo tengo 19 y tu… ¿18, 17?
-          105 para ser exactos.- una cara de asombro salió de mí al oír la cifra.- ¿qué? No me mires con esa cara de boba, es una de las ventajas, no envejeces.
-          Vale...es decir, ¿yo tendré 19 para siempre?
-          No eres muy lista, ¿verdad? Cumples años, como todo el mundo, pero te quedas como estas. Y no es para siempre, mueres pero… por una causa no natural.
-          Es decir que te matan.
-          No es del todo correcto, pero sí, más o menos así es.
Encendí mi equipo de música dejando que sonase aleatorio.  Sonó “alone again” de Alyssa Reid, eso me recordó una cosa.
-          por cierto-dije asomando la cabeza por la puerta de mi cambiador-armario- ¿voy a volver a ver a mi familia y amigos?
-          De momento puedes ir a verlos un par de veces y decirles que te mudas y que les irás a visitar alguna vez, pero más te vale olvidarte de ellos, recuerda si llegas los verás morir.
Me quedé en silencio recogiendo mis cosas y pensando en lo duro que debió haber sido ver a todos sus seres queridos morir.
Una hora mas tarde tenía todo listo y estaba preparada para salir.
-          ¿cogemos un taxi?
-          Ja, ja muy graciosa
-          Esta vez si hay un accidente no te pasará nada. Mira, otra ventaja, eres inmortal. Ya van dos, puedes sacar un cuaderno y apuntarlas- dijo con una sonrisita falsa.
-          Bueno…
En el trayecto en taxi estuvimos todo el rato calladas, yo pensaba en lo que me había pasado e intentaba asimilarlo todo. Aly me había caído bien, era sarcástica y se había creado una coraza por fuera para protegerse de los demás. Estoy segura de que en un pasado la hicieron mucho daño y no quiere que eso vuelva a ocurrir.
-          Ah, mi cabeza.
Ahí estaba otra vez el dolor espantoso que me había hecho correr y enloquecer.
-          Es debe ser…
-          No me lo digas por favor, ya llevo demasiada información acumulada por hoy y me cuesta asimilarla toda, así que hazme el favor y espera hasta mañana.
-          Vale, pero vete ya a la cama e intenta asimilarlo todo, sino de lo contrario mañana te saldrá la información por las orejas.
Se oyó una risa ahogada de parte de las dos.
Llegamos a un edificio no muy alto, la recepción estaba bien decorada,  con una mezcla entre tradicional y moderno. Había un pasillo con unas 15 habitaciones y una escalera de caracol.
-          Tu habitación será la número 12, al lado de la mía, la 13. Las escaleras llevan a la planta de arriba, en la que hay un comedor, una sala de estar, una biblioteca y una cocina. En el ático hay una sala de ordenadores, juegos y música. Ahora mismo solo se hospedan aquí Mery y Ellet, ni se te ocurra tocar a éste, es propiedad de Mery. Aparentan 21 años.  Mañana empezará tu entrenamiento, no dejaremos que rondes por ahí sin ningún conocimiento básico.
-          Gracias, hasta mañana a las…
-          6:30, hay un despertador en tu habitación.
Nos fuimos juntas si decir palabra, cuando llego la hora de separarse nos despedimos con un gesto de cabeza. La habitación estaba muy bien decorada, con una pintura azul cielo, una lámpara retro, algunos cuadros de París, España y Londres, un tocador negro retro también y muy elegante, un armario negro y blanco y una cama grande que parecía muy cómoda. Programé el despertador para las 6:30 coloqué las maletas en una esquina para no tropezarme al despertarme, cosa que solía hacer y me tumbé en la cama. Tiré los zapatos al suelo, me puse en posición y me quedé dormida.

martes, 23 de agosto de 2011

capitulo 2- a la vuelta de la esquina

Sigue corriendo, sigue, sigue, eso es lo que me dice mi instinto.  Los callejones oscuros de nueva york pasan rápidamente ante mis ojos. Corro sin rumbo, sin descanso, y no estoy cansada. Giro a la derecha y luego a la izquierda, otra vez a la derecha.  Al girar me encuentro atrapada entre los brazos de una chica, con un cuchillo al cuello.  Su pelo oscuro me hace cosquillas en las mejillas, aunque no es momento de reírse.
Una gafas ray ban ocultaban sus ojos.
-          ¿a qué has venido?
-          Yo… no sé, estaba corriendo y…
Al apartarse las gafas unos ojos naranjas fosforitos  aparecieron. No pude evitar poner una cara de sorpresa y horror al mismo tiempo.  Al ver que me echaba hacia atrás se sorprendió, yo no veo por qué lo hace si se la deben de parar por la calle para mirarla de arriba abajo.
-          ¿Tú… tú puedes ver mis ojos?
-          Si… ¿por qué?
-          No, no puede ser. Mírame
Me doy la vuelta, la verdad es que no estoy acostumbrada a que me miren, no suelo llamar la atención.
-          Tus labios son rojos, rojos como el fuego.
-          La verdad es que hoy no me he echado pintalabios…
-          Eres una demonio ¿has estado últimamente en el infierno?
Al no tener el cuchillo pegado al cuello y verla detalladamente me doy cuenta de que la chica tendrá uno o dos años menos.  Su pelo castaño le caía por los hombros y llevaba una ajustada camiseta negra con unos pitillos del mismo color. Ya no me daba tanto miedo.
-          Si, ayer mismo me pasé por allí para ver a mi tía abuela Monique que siempre me quitaba los caramelos para comérselos ella.- dije sarcásticamente
-          Ja, ja, muy graciosa. ¿en serio no te ha pasado nada? ¿Por qué corrías?
-          He tenido un accidente en un taxi, tuve una sensación muy rara, luego un dolor de cabeza horrible y empecé a correr. No sé por qué le contaba todo eso a ella.
-          Ahá. ¿y ese sitio tan raro era negro con una llama de fuego al final?
-          Si, ¿Cómo lo sabes?
-          Novatos… a ver cómo te explico yo esto… Has muerto, pero no deberías haberlo hecho y te han convertido en un demonio. Lo de tus labios es tu marca, cada demonio tiene una diferente. La mía son los iris, algunos tienen tatuajes, otros colorete o rímel, otros el pelo o las pupilas, tú, los labios. Lo mejor sería que fueras a casa, cogieras lo imprescindible y vinieras conmigo. Si no, dentro de poco ellos notaran tu presencia y no habrá diablo que te saque de esa.
-          Eh…- me quedé en shock unos 20 segundos, cuando mi cabeza barajó la posibilidad de que todo lo que había dicho pudiese ser cierto reaccioné- ¿Quiénes son ellos?
-          Los ángeles.
-          Pero, ¿no se supone que son buenos?
-          Una cosa es parecer bueno y otra cosa es serlo. Toda la vida mortal nos han engañado con patrañas sobre ángeles que salvan al mundo.  Ni los demonios ni los ángeles hacemos cosas buenas ni malas, a acepción de que ellos intentan matarnos y nosotros a ellos no.
-          ¿y por qué no?
-          Porque no somos como ellos, nosotros admitimos que no hacemos ningún bien, pero tampoco ningún mal, si en cambio ellos piensan que haces bien matándonos.
-          Y, ¿por qué yo soy un demonio y no un ángel?
-           Los ángeles son almas caídas, personas que deberían haber muerto, pero que por un motivo han bajado a la tierra para molestar. Nosotros no deberíamos haber muerto.
Eso si que no, mi cerebro ya no procesa esa información. Con la mirada perdida me dirijo a casa.
-          Yo te acompaño. Por cierto me llamo Alyssa, para los amigos Aly.
-          Yo Lucinda, Lucy para los amigos.

lunes, 22 de agosto de 2011

capitulo 1- Una nueva vida

Llego tarde, como siempre. De mi casa hasta el Fashion Institute of Technology hay media hora con tráfico y solo tengo 20 minutos. Si ya sabía yo que no tenía que parar en el Starbucks, pero con el frio que hace no aguantaría hasta llegar sin congelarme o dormirme.
-            -  ¡taxi!
Me metí lo más deprisa posible al taxi.
-              -  Al Fashion Institute of Technology. Deprisa, que ya llego tarde.
-             -Las jovencitas de hoy, siempre con prisas.
-             - ¡por favor, dese prisa!
El conductor tiene pinta de tener unos 50 años y es algo rechoncho, pero parece agradable. Vamos muy deprisa, mejor, aunque no me gusta nada la forma que tiene este señor de tomar las curvas. Me caigo hacia la derecha, derramando lo que me queda del café en los asientos.
-            -¡oh, no! Acababa de limpiar la tapicería.
-            -   Lo siento
El señor miraba hacia atrás y observaba las manchas producidas por el ardiente café.  Me miraba con el ceño fruncido.
-           - ¡cuidado!
Un coche salió disparado de la calle de enfrente. Me precipité hacia adelante.  Todo está oscuro, no siento el frio del invierno en Nueva York. Una chispa brilla enfrente de mí, no está muy lejos. Mi instinto me lleva a correr tras ella. Cuando estoy justo a unos centímetros de tocarla una mano negra se la lleva. Y esa misma mano, me toca la mejilla, está caliente. No veo nada detrás de la mano, todo está oscuro.
-            -  No deberías estar aquí Lucy Lenond.
  - ¿Qué ha pasado?
-            -Volverás, pero con otra forma y con otra meta en la vida.
  -  ¿Dónde estoy?
-             - Pronto lo sabrás.
Una sensación de subida me estremece, es como una montaña rusa pero al revés.
Abro los ojos, vuelve a haber luz, y la mano de antes no está. Me duele la cabeza, me duele muchísimo, todo da vueltas a mi alrededor, no se me ocurre otra cosa que correr, correr hasta que todo vuelva a ser como antes.