capitulo 9- Un nuevo comienzo

Un año después


Ahora se lo que se siente, cuando un vacío inmenso ocupa tu pecho y nada puede sustituirlo, cuando las sonrisas van disminuyendo cada día, y que nada, ni nadie pueda impedirlo. Ya se lo que es callarse, por que nada sale de tu garganta, solo aire congelado, que te hiela poco a poco las ganas de vivir. Demasiadas cosas han pasado, desde que vine al templo Okinawa, en una pequeña isla oriental llamada Naha, y demasiada porca informacion ha llegado hasta mí. Pero ya estoy preparada. Tras 5 meses volveré a ver a Aly, esta vez, para quedarme con ella, necesita mi ayuda. tras descubrir que Mery y Ellet eran unos demonios aliados ( es decir, compinchados con los ángeles) se fugaron, y desde entonces cosas muy raras han pasado. Entre ellas la muerte de Liam. Pasé semanas llorando, pero gracias a eso me concentré como nunca en mis clases y he podido salir del templo de entrenamiento en la mitad de tiempo que esperaban.

Entonces esta es la situacion: Mery y Ellet estan con Isabella y Charlotte que ahora son las manda mases de una nueva generacion de ángeles que solo quieren la extincion de los demonios. Ahora en nuestro bando estamos Aly, un tal Christian y yo.

El taxi me espera fuera. Miro atrás, no lamento irme, sin dejar rastro, sin nada. Todo un año de dolor, sangre, tristeza y soledad. Sin dejar de esforzarme. Nadie pensó en enviarme aquí al principio, pero tras los acontecimiento Aly pensó que lo mejor sería un año sin mi ayuda que una lucha sin práctica. Los árboles pasan, algunos llenos de vida, florecen, otros parecen ir muriendo poco a poco. Hace días, semanas, meses que no digo una palabra y ahora no se si seré capaz de volver a hablar.

Allí está Aly, dándome la espalda. Al ver que he llegado se da la vuelta, muestra una sonrisa melancólica, se alegra de verme pero algo va mal.
Salgo del coche corriendo a abrazarla, y con la cabeza apoyada en su hombro le veo. Liam. Mis ojos no mienten, está ahí enfrente mio, con las manos en los bolsillos. Miro a Aly a los ojos, parece mayor, no como si tuviera  25 años, pero adulta, madura, valiente y sin miedo.
-Te presento a Christian
las palabras parecen amontonarse en mi garganta.
- Pe, pe, pero, es Li...
-No lo digas, Liam ha muerto, este es Christian,
Su mirada me dice que sí, que es él, aunque me haya dicho lo contrario.
Y quiero correr a abrazarle, y a besarse, pero ha pasado mucho tiempo, y yo había superado lo suyo, había creado una coraza para no hacerme daño cada vez que pensase en él. Y ahí le tegno, plantado en frente mio, sin saber que decir.
-Encantada
-Igualmente
Quiero gritarle que le quiero, pero mis palabras rebotan,  y me duelen como un puñal.
-Bueno, ya estás preparada. Eh aquí el plan: Lo primero será reclutar un ejército, dividirlo por grupos con una misión cada uno y esperar. Todavía no tenemos pruebas de lo que está pasando, pero es obvio. Hace meses que los supremos no están, supongo que habrán muerto, es decir que no tenemos órdenes ni leyes. Eso da rienda suelta a la violencia, ahora te pregunto ¿quieres participar en esto? Solo tienes que decir que no para que te demos una nueva identidad y vivas normalmente en algún lugar lejano, sin extrañezas, una nueva vida y oportunidad.
Quiero decir que no, por que soy una cobarde, por que no sé enfrentarme a mis miedos. Pero mi entrenamiento me ha enseñado que por mucho que te escondas siempre estarán ahí, los quieras ver o no, y nunca se irán.
-Si
Una palabra que lo ha cambiado todo, y ahora comprendo que esto solo ha sido el principio. Dentro de poco tendré que enfrentarme a esa niña pija y a  Charlotte, que parecía la mas inofensiva, pero que es única, única y muy peligrosa. Me tendré que enfrentar también a Mery, con su caracter bipolar y con la que tantas risas he compartido y a Ellet, que nunca pensé que pudiese hacer daño ni a una mosca, con esa sonrisa encantadora. Pero no puedo echarme atrás, ya no, solo me puedo quedarme y luchar.

capitulo 8- una despedida siempre significa un nuevo comienz..

Subo al árbol, sus ramas están heladas, y sus escasas hojas, caídas, mecidas por la fría brisa del invierno.
Los veo, a Lisa y Louis, mi hermana pequeña de 8 años, entretenida haciendo un puzle en el regazo de mi padre y mientras mi hermano, juega a la consola y mi madre ve la tele. Sus vidas pasan como siempre, como si yo nunca hubiera existido. Ahí tengo la prueba, el viaje a México, un espacio vacío donde tendría que estar yo sonriendo.

- Nunca has existido para ellos. sus vidas siguen como antes.
de un salto bajo del árbol, y me siento en el bordillo de la acera de la calle.
- Triste verdad? puedes llorar, yo lo hice cuando lo descubrí.
Sin darme cuenta, estaba apoyada en su hombro abrazándola, llorando como si no fuese a haber mañana.
- Le dejarán venirse? dije entre sollozos, intentando cambiar de tema
-Si, soy la jefa... aunque a veces no lo parezca, tienen que obedecerme.

Me levanto, la puerta ya está decorada con motivo navideño, corro a las escaleras, y me derrumbo dando un puñetazo al suelo y haciendo así una pequeña raja. pero me da igual, toda mi vida, espirada por una estupidez, prisas sin necesidad. no me escuchan, nunca me voy a volver a  reir con ellos. Lisa, nunca la podré abrazar más. Louis, que  a sus 14 años ya sabía como hacerme sufrir, pero me sé su vida, quien le gusta, quien le cae bien, que hizo el viernes pasado... nunca será a si.
Me vuelvo a levantar, y me dirijo hacia la puerta. La aporreo.
-Abrirme! os necesito! Mamá, Louis, Lisa, Papá! abrirme por favor! abrirme...
Me caigo de rodillas, con la cabeza apoyada en la puerta, llorando, necesitandolos, su calor, su abrazo, su confianza...

-mamá creo que Lucy ha llamado a la puerta
-no cariño, eso es imposible, nunca volverá.... Lisa, nunca....

Tengo frío, me acurruco en el pequeño espacio que tengo en el asiento del avión.

-Lucy, se te pasará no te preocupes, el tiempo todo lo cura. Ahora vas a conocer parís, nuestra primera parada, Roma, Australia y muchos mas países..

Lo único que podía hacer, lo único que salí de mi garganta, eran sollozos al ver mi querida Nueva York irse tras mi. todos mis recuerdos, mis experiencias, todo. absolutamente todo.
-Una despedida siempre significa un nuevo comienzo. Hazme caso Lucy, sé lo que digo, Como que me llamo Alyssa.